Pollo con Ciruelas

En este artículo hablaremos de un plato propio de la comida catalana, aunque podrás encontrarlo en diversas versiones: el pollo con ciruelas.

Vivimos en un país cuya gastronomía tiene un gran prestigio, con el aceite de oliva como ingrediente rey. No en vano nuestros chefs reciben un más que merecido reconocimiento internacional.

La presencia de la cocina española en los fogones de todo el mundo se debe a la extraordinaria variedad que ofrece. Nuestra privilegiada geografía, unida a la riqueza de los productos que nos regalan tanto la tierra como el mar, ha creado platos típicos de las diferentes zonas del país. Todo ello ha convertido el sector de la restauración en uno de referencia entre los amantes del arte culinario.

Tanto es así que en los últimos años está cobrando auge el denominado turismo gastronómico, a través del cual los viajeros se adentran en un aspecto tan destacado de la cultura del lugar que visitan como la cocina autóctona.

Basado 100% en la dieta mediterránea, la combinación de ambos componentes le da al plato un toque dulce que siempre triunfa. Si buscas una fruteria online de calidad para poder darle a tu pollo con ciruelas el toque de excelencia, aquí la tienes.

Lista de la Compra para Preparar Pollo con ciruelas

• 1 Kg de muslos de pollo
• 150 g de ciruelas
• 1 cebolla
• 1 vasito de vino blanco

•  Harina (unas 5 cucharadas)
•  Sal
•  Pimienta molida
• 2 o 3 hojas de laurel
•  ½ vaso de caldo de pollo o en su defecto agua

• 1 cucharada generosa de aceite de oliva

Preparación de la receta Pollo con ciruelas

Nos permitimos darte unas recomendaciones básicas antes de lavarte las manos, recogerte el cabello y ponerte el delantal para empezar a cocinar. Esperamos que estas te ayuden en la elaboración de cualquier receta que te propongas seguir.

Nada puede ser tan frustrante ni estropear más el resultado final que ponerte a buscar entre los cajones el utensilio que necesitas, revolver armarios para encontrar la sartén que te falta, descubrir que no te queda cantidad suficiente de un ingrediente o hacer espacio…todo ello mientras ya estás a media preparación de tu pollo con ciruelas y corres el riesgo de que la mínima distracción eche por tierra todo el esfuerzo que ya has hecho.

Es por eso que te recomendamos revisar la lista de la compra justo arriba y tener preparados tanto los ingredientes como los utensilios necesarios: las sartenes, el juego de cuchillos, la tabla de cortar limpia… y sitio para moverte. ¿Hecho? Pues ahora sí, ¡manos a la obra!

Primer Paso

Derrama una cucharada de aceite de oliva en la sartén. Puedes esparcirlo con la ayuda de una brocha. Si no tienes, también valdrá papel de cocina. Lo importante es que toda la sartén quede cubierta por el aceite. Pon la sartén a fuego lento para que vaya cogiendo temperatura.

Segundo Paso

Mientras se calienta la sartén, lava el pollo y retira la piel. Agrega sal y pimienta. Después enharina en un recipiente hondo el pollo. Pretendemos darle un toque más crujiente. Este paso es muy similar al que deberías llevar a cabo si prepararas pollo con almendras, otra receta que te recomendamos.

Tercer Paso

La sartén ya habrá adquirido una temperatura elevada. Si no fuera el caso, pasa del fuego lento a fuerte y luego vuelve a bajarlo. Lleva el pollo a la sartén hasta que se haya dorado el pollo. Queremos solo que se selle, es decir, que se dore por todos los lados conservando su jugo interior. Por eso es importante que no te excedas con el aceite de oliva ni lo dejes mucho tiempo. Fuego lento, una cucharada de aceite de oliva esparcido y atentos a sacarlo cuando ya esté dorado. Si se hace mucho quedará seco. Una vez listo, retíralo y resérvalo en una bandeja.

Cuarto Paso

A la vez que se dora el pollo, es hora de lavar y pelar la cebolla. Justo después es el momento de cortar la cebolla sobre una tabla en juliana, es decir, en tiras alargadas y finas con un cuchillo o mandolina.

Quinto Paso

Con el pollo ya fuera de la sartén, incorpora la cebolla para que se poche o rehogue en su propio jugo con el mismo aceite que ha quedado y a fuego lento. Ha de verse dorada y transparente.

Sexto Paso

Incorpora el pollo que tenías apartado y las hojas de laurel. Añade el vasito de vino. Sube el fuego a fin de que el alcohol se evapore. Será suficiente con menos de cinco minutos. Pon el vaso de caldo (mejor si lo has calentado antes) o agua.

Séptimo Paso

Lava las ciruelas, córtalas por la mitad y agrégalas al guiso. Deja la sartén a fuego lento y cubierta. Ve removiendo de vez en cuando. Espera unos 30 minutos, pero siempre vigilando el guiso y probando por si es necesario rectificar de sal. En ese caso, añádela o corrígela poniendo algo más de agua o patata cruda. Cuando esté en su punto, apaga el fuego y sirve.

Platos con ciruelas

Por sus características y al tratarse de una fruta carnosa, la ciruela puede ser el ingrediente destacado de diversos platos. Te ofrecemos a continuación varias propuestas que pueden serte útiles en algún momento de dudas sobre qué plato preparar.

Croquetas de ciruelas

¿A quién no le gustan las croquetas? Un plato versátil que puede adaptarse al nivel de formalidad de la comida o cena, pero que siempre da buenísimos resultados. Si te animas a probarlas, solo deberías añadir a la mezcla de la carne unas 10 ciruelas, que serán las protagonistas de la masa. Con eso hecho, el procedimiento a seguir es exactamente el mismo que con las croquetas tradicionales.

Bizcocho de ciruelas

Una propuesta dulce a continuación… bizcocho de ciruelas. Las ciruelas funcionan perfectamente bien como postre, y no solo tomándolas en su formato tradicional. Para esta receta solo te hará falta retirar el hueso y partir las ciruelas para poder colocarlas en el molde junto con la mezcla típica de un bizcocho al uso.

Las ciruelas también combinan bien, por ejemplo, con el salmón. Puedes preparar un aderezo con ellas e incorporarlo al salmón que has hecho a la parrilla. También triunfarás con queso brie.

Como has visto, existe una amplia variedad de platos que se adaptan muy bien a esta fruta. Y la ciruela no es la única camaleónica. Las manzanas o las naranjas también son muy buena alternativa para aquellos a los que les gustan los sabores agridulces. Con esta última te proponemos el exquisito solomillo a la naranja, un acierto seguro.