Mermelada de Cerezas

Las mermeladas son unas invitadas recurrentes a nuestra mesa a la hora del desayuno. No importa si son clásicas como las de fresa o melocotón, salvajes como las de arándanos o exóticas como la de morrón con jengibre, una buena mermelada siempre se usa para untar en tostadas, y se saborea mucho más si es casera, por eso hoy te queremos ayudar a hacer disfrutar a tu familia durante el desayuno con una deliciosa mermelada de cerezas. Así, que toma nota de los ingredientes para que los compres desde tu frutería online favorita, tu tienda con los mejores ingredientes, donde encontrarás lo que necesitas para esta dulce receta.

La mermelada es un producto que lleva endulzando nuestros desayunos y meriendas desde hace muchos años. Es el resultado de una técnica de conservación de alimentos de temporada, especialmente frutos.

En la antigüedad con esta técnica el azúcar permitía preservar durante mucho tiempo el exceso de frutos cosechados durante la temporada, alargando así el tiempo de consumo de estos más allá de la época de consumo natural.

Aunque, hay varias recetas o técnicas para elaborar una mermelada, para muchos no hay duda de que el origen está en el mediterráneo, donde rápidamente se extendió al resto del mundo. 

El vocablo mermelada proviene del portugués “marmalada” vocablo derivado de “mermelo” que en esta idioma significa membrillo, esto no es coincidencia ya que durante mucho tiempo las recetas para su elaboración solo incluían este fruto como base de la mermelada.

Como hemos mencionado al principio actualmente se emplean una gran variedad de frutos, incluso las técnicas modernas de cocina han optado por usar algunos vegetales en la preparación de mermeladas.

Hoy nuestra protagonista será la cereza, también conocida como guinda, un fruto rojo que es muy socorrido en la elaboración de postres, así que además de untarla en una tostada también la podrás usar en el relleno de una tarta.

Lista de la Compra para Preparar Mermelada de cerezas

• 500 gramos de cerezas deshuesadas
• 250 gramos de azúcar
• 30 mililitros de zumo de limón
• Las cáscaras de 2 manzanas  (como espesante natural)

 

Preparación de la Receta Mermelada de cerezas

La preparación de esta mermelada no es muy diferente a la de otras conservas dulces como la mermelada de naranja, de fresa o de piña, solo se trata de llevar a hervor los ingredientes mientras se machacan los frutos, para que las cerezas saquen todo su jugo y se mezclen perfectamente los sabores unos con otros.

Se suele agregar un poco de zumo de limón para equilibrar los sabores, en este caso contrastar un poco el dulzor con el ácido del limón para que no sea invasivo al paladar o termine empalagando muy rápido; también, se suele usar algún espesante para darle más cuerpo y consistencia a la mermelada, generalmente se usa la grenetina o la goma xantana pero hoy vamos  a usar la piel de una manzana, para que nuestra conserva sea más natural. 

Puedes aprender a hacer más mermeladas como la mermelada de naranja.

Primer paso:

Lo primero que tenemos que hacer es lavar y deshuesar las cerezas. Si las has conseguido deshuesadas puedes seguir al siguiente paso, sino lava las cerezas, quita los rabos y con un deshuesado pequeño o un cuchillo retira cuidadosamente el hueso, no  importa si la fruta se maltrata un poco o la partes por la mitad, porque al final se tiene que machacar.

Segundo paso:

Pon en una cazuela profunda a fuego lento la totalidad de las cerezas con el azúcar y remueve hasta mezclar bien, deja a fuego lento alrededor de 20 minutos. Remueve constantemente mientras machacas las cerezas.

Tercer paso:

Pica finamente la cascará de las manzanas e incorpórala a la cazuela con el resto de los ingredientes, sin apagar el fuego y sin dejar de remover. Después de un par de minutos agrega el zumo de limón y deja al fuego 10 minutos más. La mermelada toma consistencia cuando está fría, así que no te preocupes si la ves algo aguada.

Cuarto paso:

Lava perfectamente un frasco y deja secar, si quieres puedes ponerlo a hervir un par de minutos para desinfectar perfectamente. Luego vacía la mermelada y cierra el frasco.

En refrigeración, la mermelada puede durar hasta 30 días.

 Propiedades de las cerezas

Esta mermelada a demás  de deliciosa puede resultar muy benéfica para tu salud, pues contiene todos las propiedades de las cerezas. Estos frutos son ricos en fibra, azúcares, vitaminas, minerales y antioxidantes, así que además de aportar un agradable sabor a tu desayuno también te aporta los nutrientes necesarios para empezar tu día.

En los últimos años se ha condenado el consumo de azúcar, pero lo cierto es que el cuerpo humano puede procesar mejor los azúcares provenientes de las frutas que los endulzantes refinados o edulcolorantes artificiales, además los azucares de las frutas son clave para la generación de energía, así que no te preocupes por el dulzor de estas cerezas, porque, consumidas con moderación, pueden ayudarte a tener más energía sin afectar tu salud.

Las cerezas son una fuente importante de provitamina A y vitamina C que ayudan a regenerar todos los tejidos de tu cuerpo,  así que postres como este o un sorbete de limón te dan la vitamina C que tu cuerpo necesita. Puedes revisar la receta de sorbete de limón y otros postres saludables en el blog.

Así es como concluyes esta deliciosa conserva de mermelada de cereza, que además de darle sabor a tu tostada del desayuno, es un alimento con muchos beneficios para comenzar tu día, además es una excelente forma de consumir cerezas por un periodo largo de tiempo.

Como siempre te sugerimos que para obtener los mejores resultados consigas los mejores ingredientes, empezando por las cerezas, que sean carnosas y que estén maduras, pero no pasadas y que no vengan mezcladas con frutos verdes inmaduros que pueden amargar tu preparación.

Recuerda que esta mermelada te va a durar varias semanas gracias al azúcar que evita que se generen las bacterias culpables de la descomposición de los alimentos y si l guardas en frascos cerrados al vacío te va a durar mucho tiempo más.

Existen más técnicas para conservar frutas, por ejemplo el almíbar, la jalea o el confitado, este último es perfecto para hacer frutas que luego servirán de decoración en tartas o panes, por ejemplo la naranja confitada, que incluso se usa en algunas cócteles. Si quieres seguir aprendiendo  otras técnicas de conservación de frutas como la naranja confitada puedes visitar nuestro blog, en donde encontrarás esta y muchas más recetas.