▷ El Mejor Helado De Mandarina | FrutaMare
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La comida sana, nutritiva y deliciosa está de vuelta. A veces no sabemos cómo combinar una dieta saludable con platos que resulten apetitosos. Puede parecer un desafío, pero te aseguramos que no solo es posible sino sencillo. Se trata de contar con los ingredientes adecuados, materia prima de calidad. A ver cómo te suena esto: helado de mandarina. 

Afortunadamente, vivimos en un lugar que presume de tener una producción alimentaria excepcional. Esta no se reduce a aquellos alimentos que forman parte de lo que conocemos como “plato principal”, sino que sigue siendo sobresaliente en lo que respecta a aquellos alimentos que le ponen el broche de oro a cada comida. 

Esta receta de helado de mandarina es sencilla de hacer, además de realmente exquisita. Puede servirse como postre, pero también puede comerse a media tarde o en cualquier otro momento del día. Es la ventaja de los helados. No son nada pesados y siempre apetecen. Por otra parte, un helado hecho en casa está libre de aditivos y conservantes, lo que lo convierte en una sugerencia gastronómica saludable. 

¿Y qué decir en cuanto a su componente fundamental, la mandarina? Se trata de un excelente cítrico, una fruta de temporada muy recomendable para nuestra salud. Está especialmente indicada para mujeres embarazadas durante los primeros meses de gestación. Esto se debe a las generosas dosis de ácido fólico que incluye. Este es igualmente beneficioso en la prevención de enfermedades cardiovasculares, además de corrector del tránsito intestinal. Esto último lo consigue gracias a su abundante cantidad de fibra. 

Por cierto, al elaborarlo tú mismo o misma puedes evitar el gluten, lo que hará que esta receta de helado de mandarina sea apta para celíacos. En definitiva, comida natural, sana y sabrosa. 

Lo primero que hemos dicho es que lo único necesario para que cualquier alimento pueda merecer esos tres adjetivos es que la materia prima sea de calidad. En Frutamare no solo encontrarás mandarinas para elaborar esta deliciosa receta de helado de mandarina, sino que puedes comprar naranjas mandarinas fruta y verdura de la mejor calidad. Toda esta comida real y nutritiva te servirá para un montón de preparaciones saludables.

Ahora sí, vamos con la lista de la compra y la preparación de este helado de mandarina. 

Lista de la compra Helado de mandarina

Como verás, esta es una de las recetas cuya protagonista es la mandarina en la que menos ingredientes se necesitan. Lo esencial es, cómo no, comprar mandarinas. De ellas sacarás la mayor parte de los componentes de esta lista de la compra, que te dejamos completa aquí:

  • 1 mandarina
  • 400 ml de zumo de mandarina 
  • 110 g de azúcar 
  • 350 g de nata para montar o crema de leche
  • Ralladura de dos mandarinas 

Preparación de la receta Helado de mandarina

Antes de empezar con esta receta de helado de mandarina queremos comentarte que, en repostería, bollería y sobre todo heladería, suele utilizarse azúcar invertido. ¿Y qué es el azúcar invertido? Básicamente la división por hidrólisis de la sacarosa (azúcar) y sus componentes: fructosa y glucosa. Mediante la hidrólisis, el agua actúa sobre cierta sustancia para formar otra nueva a través de la reacción química que provoca. Esto puede hacerse poniendo un ácido a temperatura elevada juntando el azúcar con el ácido de frutas. 

¿Y por qué se emplea azúcar invertido en la elaboración de helados? Por su alto poder anticongelante. Ahora bien, ten en cuenta que el azúcar invertido tiene un 30% más de poder endulzante que el común. No puedes sustituir uno por otro sin más. Si la receta lleva azúcar normal, la cantidad de azúcar que habrías de reemplazar por invertido sería un 30%. 

En resumen, esta receta de helado de mandarina usaría 77 g de azúcar común (110-33) y 25 g de azúcar invertido. De todos modos, si no quieres usar azúcar invertido en esta u otras recetas de postres caseros, como la de flan de mandarina o la de bizcocho de mandarina y yogur, simplemente reparte la cantidad de azúcar normal entre la nata y las yemas de huevo. 

Primer paso: 

Para empezar, vierte el zumo de mandarina natural (recomendamos que lo exprimas tú mismo) en la cantidad indicada dentro de un cazo o recipiente que puedas poner al fuego. En el caso de que vayas a obtener el zumo exprimiendo las mandarinas, los 400 ml que hemos propuesto equivaldrían a unas 4 piezas de esta fruta. Haciéndolo así no solo conseguirás un helado de mandarina más sabroso, sino que este tendrá una mayor calidad nutricional.

Ahora añade el azúcar y remueve. Hierve durante unos instantes, un par de minutos máximo y apaga el fuego. Mientras tanto, ralla la piel de una mandarina. Con el zumo aún caliente, incorpora las ralladuras de mandarina, remueve bien y déjalo un rato a temperatura ambiente para después llevarlo al frigorífico. Las ralladuras le darán un toque aún más cítrico al resultado. 

Segundo paso:

Ahora toca pelar la mandarina. Córtala en gajos y quítales esas fibras blancas que presentan. Al menos tanto como te sea posible. Estas fibras tienden a darle un sabor más amargo a cualquier preparación. Por eso recomendamos quitarlas en todas las recetas que prepares con mandarina, como por ejemplo la tarta de mandarina que también te proponemos probar. 

De momento volvamos a nuestro helado de mandarina. Monta la nata con el azúcar (a no ser que la hayas comprado ya montada). Así pues, montamos la nata introduciendo la nata para montar o crema de leche en un bol o recipiente adecuado y batiendo con energía. Podemos ayudarnos de unas varillas. Aunque lo que te resultará más sencillo y menos cansado es usar una batidora de mano, el túrmix de toda la vida. 

Luego añade el azúcar y sigue agitando para que se integre. Recuerda que conviene que la nata esté en el frigorífico antes para que se monte bien. Acto seguido incorpora los trocitos de mandarina y derrama lentamente el zumo muy frío sobre la nata montada. Todo ello debes hacerlo mientras remueves con una espátula a través de movimientos envolventes. Lleva a cabo esta operación sin brusquedad para que la nata no se baje. 

Tercer paso:

Estamos llegando al final de esta receta de helado de mandarina. Es el momento de escoger un recipiente, cubeta o bandeja algo profunda que sea apta para el congelador. En este recipiente debe caberte toda la mezcla resultante de los pasos anteriores, es decir, la nata montada, el zumo de mandarina y los trocitos de la fruta con las ralladuras. 

Introduce la mezcla en el congelador y mantenla allí unos 30 o 40 minutos. Sácala y vuelve a batirla. Así lograrás deshacer los cristales que hayan podido formarse. Eso es algo que generalmente evita el uso de azúcar invertido, por eso al principio te decíamos que su uso está extendido en la elaboración de helados, respetando las proporciones que también te indicábamos. 

Este proceso de sacar la mezcla de helado de mandarina del congelador, batir y de nuevo guardar a intervalos de alrededor de 40 minutos, deberás repetirlo unas cuantas veces. Sabrás que el helado está listo cuando te parezca que la masa ha alcanzado una textura cremosa y la densidad que esperas.  

Cuando la tengas, ya puedes dejar en el congelador el helado de mandarina como mínimo 6 horas a una temperatura aproximada de -20°. El día que lo vayas a consumir extráelo unos minutitos antes. 

Estamos en plena temporada de la mandarina, así que no hay mejor momento para preparar y probar este helado de mandarina. Es obvio que, si las frutas se consumen en el momento más cercano a su recolección, conservarán todas sus propiedades, y por tanto te aportarán el máximo beneficio. De la tierra a la mesa.  

Pero es que, aunque solo fuera por ahorrar, valdría la pena hacer tu lista de la compra y la elaboración del menú semanal tomando como referencia cuál es la temporada de cada alimento.   

Además, preparar este helado de mandarina es muy sencillo. De hecho, te hemos propuesto una receta que requería algo más de tiempo y dedicación, pero en realidad bastaría con mezclar los ingredientes: azúcar, nata montada, zumo de mandarina y gajos de la fruta. Solo debes introducir la mezcla en un recipiente dentro del congelador durante 6 – 8 horas mínimo.  

¿Tienes una máquina heladera en casa? Más fácil aún. Repite el primer y el segundo paso de la receta de helado de mandarina y luego deposita la masa en la heladera. Ponla en funcionamiento durante unos 30 minutos. Después puedes llevarla al congelador.  

Comenzábamos diciendo que comer sabroso no es para nada incompatible con comer sano. Las recetas de postres caseros o helados de frutas como este helado de mandarina son un buen ejemplo de ello. No tienen conservantes ni aditivos artificiales. Lo haces tú, y lo elaboras con lo que te gusta y como te gusta.  

¿Te tomará más tiempo que comprarlo hecho? Sí, claro, pero las diferencias que notarán tanto tu paladar como tu salud son enormes. Eso, y la satisfacción personal de comprobar que el helado de mandarina que has hecho está tan rico. 

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Helado de mandarina

La comida sana, nutritiva y deliciosa está de vuelta. A veces no sabemos cómo combinar una dieta saludable con platos que resulten apetitosos. Puede parecer un desafío, pero te aseguramos que no solo es posible sino sencillo. Se trata de contar con los ingredientes adecuados, materia prima de calidad. A ver cómo te suena esto: helado de mandarina.

Tipo: Postre

Cocina: Mediterránea

Palabras clave: Helado de mandarina

Rendimiento de la receta: 2 personas

Tiempo de preparación: 5M

Tiempo de cocinado: 175M

Tiempo total: 180M

Ingredientes de la receta:

  • 1 mandarina
  • 400 ml de zumo de mandarina
  • 110 g de azúcar
  • 350 g de nata para montar o crema de leche
  • Ralladura de dos mandarinas

Instrucciones de la receta:

Primer paso:

Para empezar, vierte el zumo de mandarina natural (recomendamos que lo exprimas tú mismo) en la cantidad indicada dentro de un cazo o recipiente que puedas poner al fuego. En el caso de que vayas a obtener el zumo exprimiendo las mandarinas, los 400 ml que hemos propuesto equivaldrían a unas 4 piezas de esta fruta. Haciéndolo así no solo conseguirás un helado de mandarina más sabroso, sino que este tendrá una mayor calidad nutricional. Ahora añade el azúcar y remueve. Hierve durante unos instantes, un par de minutos máximo y apaga el fuego. Mientras tanto, ralla la piel de una mandarina. Con el zumo aún caliente, incorpora las ralladuras de mandarina, remueve bien y déjalo un rato a temperatura ambiente para después llevarlo al frigorífico. Las ralladuras le darán un toque aún más cítrico al resultado.

Segundo paso:

Ahora toca pelar la mandarina. Córtala en gajos y quítales esas fibras blancas que presentan. Al menos tanto como te sea posible. Estas fibras tienden a darle un sabor más amargo a cualquier preparación. Por eso recomendamos quitarlas en todas las recetas que prepares con mandarina, como por ejemplo la tarta de mandarina que también te proponemos probar. De momento volvamos a nuestro helado de mandarina. Monta la nata con el azúcar (a no ser que la hayas comprado ya montada). Así pues, montamos la nata introduciendo la nata para montar o crema de leche en un bol o recipiente adecuado y batiendo con energía. Podemos ayudarnos de unas varillas. Aunque lo que te resultará más sencillo y menos cansado es usar una batidora de mano, el túrmix de toda la vida. Luego añade el azúcar y sigue agitando para que se integre. Recuerda que conviene que la nata esté en el frigorífico antes para que se monte bien. Acto seguido incorpora los trocitos de mandarina y derrama lentamente el zumo muy frío sobre la nata montada. Todo ello debes hacerlo mientras remueves con una espátula a través de movimientos envolventes. Lleva a cabo esta operación sin brusquedad para que la nata no se baje.

Tercer paso:

Estamos llegando al final de esta receta de helado de mandarina. Es el momento de escoger un recipiente, cubeta o bandeja algo profunda que sea apta para el congelador. En este recipiente debe caberte toda la mezcla resultante de los pasos anteriores, es decir, la nata montada, el zumo de mandarina y los trocitos de la fruta con las ralladuras. Introduce la mezcla en el congelador y mantenla allí unos 30 o 40 minutos. Sácala y vuelve a batirla. Así lograrás deshacer los cristales que hayan podido formarse. Eso es algo que generalmente evita el uso de azúcar invertido, por eso al principio te decíamos que su uso está extendido en la elaboración de helados, respetando las proporciones que también te indicábamos. Este proceso de sacar la mezcla de helado de mandarina del congelador, batir y de nuevo guardar a intervalos de alrededor de 40 minutos, deberás repetirlo unas cuantas veces. Sabrás que el helado está listo cuando te parezca que la masa ha alcanzado una textura cremosa y la densidad que esperas. Cuando la tengas, ya puedes dejar en el congelador el helado de mandarina como mínimo 6 horas a una temperatura aproximada de -20°. El día que lo vayas a consumir extráelo unos minutitos antes.

Puntuación del editor:
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