▷ Riquísima Crema De Calabacín: De 10 | FrutaMare
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Los guisos para el invierno, las ensaladas para el verano, los potajes cuando aprieta el frío, el gazpacho o las frutas cuando asfixia el calor. ¿Y el calabacín? El calabacín siempre. Una buena crema de calabacín siempre es un buen plato.

Aunque el calabacín es una verdura de verano (entre julio y septiembre es su mejor época), podemos encontrarla durante todo el año en el mercado. Y precisamente esa es una de las ventajas de este alimento: puedes consumirlo a lo largo de las distintas estaciones del año.

Como ingrediente de una ensalada, en forma de puré o de crema, frío o caliente … poco importa el formato que escojas, el calabacín seguirá ofreciéndote un plato exquisito lo sirvas como lo sirvas. Lo único que realmente importa es que adquieras calabacines de calidad, y eso lo conseguirás al comprar naranjas, fruta y verdura de nuestra frutería online.

Desde ese punto de vista, la crema de calabacín, la protagonista de nuestro artículo, es una receta que sirve de comodín. Puedes dejarla preparada y servirla en frío en verano o recién hecha en invierno. En ambos momentos es ideal: en verano porque lo que más nos apetece son los líquidos, y en invierno porque damos lo que sea a cambio de algo calentito. A ti también te pasa, ¿verdad?

Pero es que, además, la crema de calabacín es una crema de verduras de bajo aporte calórico. Eso la hace ideal para aquellas personas que siguen una dieta hipocalórica. Pese a ello, contiene apreciables dosis de nutrientes tan valiosos como el ácido fólico, la vitamina C y K o minerales como el potasio y el manganeso. Mira cuánto cabe en tan pocas calorías.

Lista de la Compra para Preparar Crema de calabacín

Ahora que ya conoces todo lo que puede ofrecerte el calabacín, ya estamos en condiciones de ponernos manos a la obra. Y empezamos con la lista de ingredientes que debes añadir en tu carrito de la compra para preparar una deliciosa crema de calabacín.

  • Calabacín (concretamente 4 calabacines medianos)
  • 2 cebollas
  • 1 patata
  • Caldo de verdura o una pastilla de caldo de verdura
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 100 ml de nata
  • Nuez moscada
  • Perejil

Preparación de la receta Crema de calabacín

La de la crema de calabacín es una receta de elaboración sencilla, pero si quieres sacarle el máximo partido a esta receta de crema y a la vez lograr un sabor que conquiste a todos los comensales, no está de más que tengas en cuenta unas cuantas recomendaciones.

Para empezar, es preferible que escojas calabacines pequeños o medianos. Los grandes suelen tener más pepitas y una carne menos tierna. La calidad de los mismos es primordial, así que la mejor opción es la de recurrir a proveedores de calidad, que además podrán asesorarte sobre los calabacines idóneos para tu receta.

Por otro lado, ante la pregunta de si se debe quitar la piel del calabacín antes de meterlo en la olla, la respuesta es que no hay ningún criterio establecido. El resultado no empeorará ni mejorará por mantenerla, pero lo que sí debes saber es que es en la piel donde están todas las vitaminas que tiene esta verdura.

Esto hace que sea interesante conservarla. De todos modos, se trata de una elección personal en función de vuestros gustos. Si no queréis que haya ni rastro de sabor amargo ni encontraros con trocitos de piel al degustar la crema de calabacín, podéis triturar la piel con una batidora potente.

Ahora sí, ¡empezamos!

Primer paso:

Lavamos y cortamos los calabacines en rodajas. Ten en cuenta, como ya te hemos dicho, que si conservas la piel – donde están la mayoría de las vitaminas del calabacín – el resultado presentará un color verde más intenso y un sabor algo más amargo. También lavamos, pelamos y cortamos la patata en trozos. Por último, cortamos la cebolla en trozos muy pequeños hasta que quede bien picadita.

Segundo paso:

Esta es una receta de aceite de oliva virgen extra como uno de sus ingredientes básicos, y en este paso ya hace acto de presencia. Para ello ponemos a rehogar la patata y la cebolla en una cazuela con aceite de oliva virgen a fuego lento. Unos cuantos minutos (4 o 5) serán suficientes. Pasados esos cinco minutos, añadimos el caldo de verduras de tal modo que cubra los ingredientes para que se cueza durante unos 20 minutos. Todo ello a fuego lento.

Tercer paso:

Pasados los 20 minutos, incorporamos la nata o leche evaporada, la sal y una pizca de nuez moscada (aunque la recomendamos, esta especia es opcional) para darle un toque de sabor añadido. Cuando vuelva a hervir, lo retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Cuarto paso:

Desechamos un poco de caldo. Buscamos que la mezcla quede más espesa y la trituramos con la batidora hasta que quede cremosa. Comprobamos el punto de sal. Cuando esté a nuestro gusto de sal, podemos echarle perejil fresco picado, picatostes de pan tostado, queso rallado o incluso espolvorear un poco de pimienta negra si a los comensales os gusta su sabor. Ya solo nos queda sacar los platos y servirla caliente o esperar un rato y ofrecerla fría si la preferimos así.

Acabamos de darte una opción de receta de crema de verduras muy resultona, pero lo cierto es que hay muchas otras también muy fáciles de preparar. La crema de calabacín ofrece posibilidades casi infinitas. Y no es la única. ¿Qué nos dices de la crema de calabaza? Aunque a ella le tocará otro día.

Hoy despedimos la entrada con esta crema de calabacín, que también podrías acompañar con virutas de jamón para darle un toque algo más salado y sabroso. ¿Y por qué no sustituir el caldo de verduras por el de pollo? Haz tantas pruebas como quieras. Pocas cosas le dan tanta vida a la cocina como no dejar de experimentar.

Por supuesto, la crema de calabacín también es un plato ideal para hacer con un robot de cocina, tipo Thermomix. Pese a ello, hemos querido proponerte la receta “manual” para que veas que no hay nada complicado en ella. La crema de calabacín no solo es una preparación rápida y sencilla que te salvará de más de un apuro cualquier noche que tengas la nevera vacía, sino que además es un plato jugoso que puedes complementar de múltiples formas.

Precisamente por eso te sugerimos conservar algunos calabacines en el verdulero para situaciones de emergencia. Eso sí, tenemos que darte una advertencia: Evita guardar esta hortaliza junto a manzanas, aguacates, plátanos o tomates. Estas son frutas que producen etileno, y este compuesto químico acelera la maduración del calabacín.

En condiciones óptimas, los calabacines pueden durar alrededor de una semana en la nevera. Si prevés que no vas a consumirlos, puedes congelarlos. Sea como sea, te aseguramos que el calabacín es una verdura a la que podrás sacarle mucho partido. ¿Te animas a comprobarlo?

¡Buen provecho!

 

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Crema de Calabacín

La crema de calabacín, la protagonista de nuestro artículo, es una receta que sirve de comodín. Puedes dejarla preparada y servirla en frío en verano o recién hecha en invierno. En ambos momentos es ideal: en verano porque lo que más nos apetece son los líquidos, y en invierno porque damos lo que sea a cambio de algo calentito. A ti también te pasa, ¿verdad?

Tipo: Plato principal

Cocina: Mediterránea

Palabras clave: Crema de Calabacín

Rendimiento de la receta: 4

Tiempo de preparación: 5M

Tiempo de cocinado: 25M

Tiempo total: 30M

Recipe Video Name: Crema de Calabacín

Recipe Video Description: Los guisos para el invierno, las ensaladas para el verano, los potajes cuando aprieta el frío, el gazpacho o las frutas cuando asfixia el calor. ¿Y el calabacín? El calabacín siempre. Una buena crema de calabacín siempre es un buen plato. Aunque el calabacín es una verdura de verano (entre julio y septiembre es su mejor época), podemos encontrarla durante todo el año en el mercado. Y precisamente esa es una de las ventajas de este alimento: puedes consumirlo a lo largo de las distintas estaciones del año.

Miniatura del vídeo de receta: https://i9.ytimg.com/vi/iXxVoCHGWOQ/mqdefault.jpg?v=6315f715&sqp=CKzx15gG&rs=AOn4CLA3sSgXMNp4FFC5OHqaiC6854KvdQ

Ingredientes de la receta:

  • 4 calabacines
  • 2 cebollas 
  • 1 patata 
  • Caldo de verdura o una pastilla de caldo de verdura 
  • Aceite de oliva 
  • Sal
  • 100 ml de nata 
  • Nuez moscada 
  • Perejil

Instrucciones de la receta:

Primer paso:

Lavamos y cortamos los calabacines en rodajas. Ten en cuenta, como ya te hemos dicho, que si conservas la piel - donde están la mayoría de las vitaminas del calabacín - el resultado presentará un color verde más intenso y un sabor algo más amargo. También lavamos, pelamos y cortamos la patata en trozos. Por último, cortamos la cebolla en trozos muy pequeños hasta que quede bien picadita.

Segundo paso:

Esta es una receta de aceite de oliva virgen extra como uno de sus ingredientes básicos, y en este paso ya hace acto de presencia. Para ello ponemos a rehogar la patata y la cebolla en una cazuela con aceite de oliva virgen a fuego lento. Unos cuantos minutos (4 o 5) serán suficientes. Pasados esos cinco minutos, añadimos el caldo de verduras de tal modo que cubra los ingredientes para que se cueza durante unos 20 minutos. Todo ello a fuego lento.

Tercer paso:

Pasados los 20 minutos, incorporamos la nata o leche evaporada, la sal y una pizca de nuez moscada (aunque la recomendamos, esta especia es opcional) para darle un toque de sabor añadido. Cuando vuelva a hervir, lo retiramos del fuego y dejamos enfriar. 

Cuarto paso:

Desechamos un poco de caldo. Buscamos que la mezcla quede más espesa y la trituramos con la batidora hasta que quede cremosa. Comprobamos el punto de sal. Cuando esté a nuestro gusto de sal, podemos echarle perejil fresco picado, picatostes de pan tostado, queso rallado o incluso espolvorear un poco de pimienta negra si a los comensales os gusta su sabor. Ya solo nos queda sacar los platos y servirla caliente o esperar un rato y ofrecerla fría si la preferimos así.

Puntuación del editor:
5

Pros

  • El calabacín es rico en agua.
  • Recomendable para muchos tipos de dietas.
  • Contiene fibra.

Contras

  • En algunas personas puede producir alergia.
  • El consumo excesivo puede causar problemas intestinales.

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