▷ Crema Fría De Calabacín Con Todo Su Sabor | FrutaMare
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La crema fría de calabacín es uno de esos platos que no pueden faltar durante el verano gracias a su facilidad de preparación, versatilidad y alto contenido nutritivo.

Aunque la preparación de esta receta es muy simple, cada cocinero agrega su toque distintivo al plato, inclusive pueden existir variantes más fuertes dependiendo de la zona donde se cocine. Por ejemplo, en la cocina mediterránea suelen añadirle yogur a esta receta y en otras latitudes optan por incorporar espinacas, trozos de quesos, jengibre, cúrcuma, entre otros.

La crema de calabacín tiene un sabor algo dulce, de consistencia espesa y no es grumosa. Puede ser preparada en cocina a gas, eléctrica, hasta en un ayudante de cocina y no llevará más de 30 minutos. Es una de esas recetas que pueden salvar la tarde de un domingo cuando llegan familiares a visitar y fácilmente puede pasar como un plato de entrada o plato fuerte.

Este tipo de cremas o sopas también es una de las favoritas de las madres, porque es una forma sencilla de hacer que los más pequeños de la casa coman verduras.

¿Sabías que un calabacín de 250 gramos aporta solamente 48 calorías y contiene nutrientes como ácido fólico, potasio, hierro, manganeso, vitamina A y C? todo un cóctel de beneficios para el organismo.

Lista de compra para hacer crema fría de calabacín

  • 4 calabacines
  • 1 cebolla
  • 4 patatas
  • 1 litro de caldo de pollo
  • Sal y pimienta negra recién molida.

A diferencia de la Salsa Romesco, un plato típico de Tarragona, que se caracteriza por tener un fuerte sabor a tomate y ajo y que lleva alrededor de 10 ingredientes, para esta crema fría solo serán necesarios 5 ingredientes que comúnmente se encuentran en cualquier nevera y no se debe ser un masterchef para poder prepararla.

Preparación Crema fría de calabacín

Primer paso

Primero, se debe picar la cebolla en julianas y en una sartén a fuego suave, con un chorro generoso de aceite de oliva, ponerlas a rehogar durante unos 15 minutos aproximadamente hasta que se tornen traslúcidas, recomendamos que la sartén sea grande para no arriesgarse a que se queme.

En este tipo de recetas, las cebollas aportan robustez a la preparación por su sabor fuerte.

Segundo paso

Llega el turno de los calabacines. Córtalos primero en 4 pedazos grandes y luego de cada uno saca láminas de medio centímetro de grosor. Esto se debe añadir a la sartén con las cebollas, y dejar cocinar por un tiempo de 5 a 10 minutos.

En este paso, lo que se busca es que el calabacín pierda la mayor cantidad de agua posible, se ablanden y caramelicen lo que ayudará que la crema tenga mayor consistencia.

Gracias a su alto contenido en agua y fibra, el calabacín ayuda en el proceso digestivo, regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento, por este tipo de cremas es muy recomendada por los nutricionistas.

Tercer paso

Después que las cebollas y el calabacín estén dorados, se debe añadir el caldo de pollo y la patata troceada en pedazos pequeños durante 20 minutos hasta que la patata esté blanda.

Para la crema se puede comprar el caldo de pollo en el supermercado o sancochar una pechuga de pollo con algunas hierbas y condimentos y usar ese líquido para la preparación. En este caso, no importa si el caldo es reciente o lleva varios días congelado.

Cuando se le añade el caldo de pollo a la preparación, el sabor de la crema se intensifica y, contrario a lo que muchos puedan creer, no cubre el sabor de la cebolla y el calabacín, más bien los realza.

Cuarto paso

Una vez esté preparada la mezcla, verter todo el contenido en la licuadora y licuar durante 3 minutos a velocidad alta.

En este punto se hace la prueba final de gusto y se le añade más sal o pimienta negra si es necesario o cualquier otro condimento que se quiera añadir.

En el caso de que la crema haya quedado muy ligera, se puede espesar añadiéndole más patatas cocidas, crema de leche o algunos trozos de manzanas triturada. Si por el contrario, la crema está muy concentrada se le añade más caldo de pollo a la mezcla y se vuelve licuar hasta que coja la consistencia deseada.

Quinto paso

Para que la crema quede lo más suave posible, sin grumos o pedazos de ingredientes que no hayan sido bien triturados, se puede pasar la mezcla por un tamiz de cocina. Para que quede como crema fría, debe reposar en la nevera durante varias horas.

Sexto paso

En el momento de servir la crema fría de calabacín, se puede acompañar con trocitos de pan tipo crotones o cuadrados pequeños de queso. También como decoración se pueden picar láminas delgadas de calabacín y enrollarlas y colocarlas en el centro de la crema.

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Crema Fría de calabacín con todo su sabor

La crema fría de calabacín es uno de esos platos que no pueden faltar durante el verano gracias a su facilidad de preparación, versatilidad y alto contenido nutritivo.

Tipo: Crema

Cocina: Verduras

Palabras clave: Cremas

Tiempo de preparación: 5M

Tiempo de cocinado: 40M

Tiempo total: 45M

Ingredientes de la receta:

  • 4 calabacines 1 cebolla 4 patatas 1 litro de caldo de pollo Sal y pimienta negra recién molida.

Instrucciones de la receta:

Primer paso:

Primero, se debe picar la cebolla en julianas y en una sartén a fuego suave, con un chorro generoso de aceite de oliva, ponerlas a rehogar durante unos 15 minutos aproximadamente hasta que se tornen traslúcidas, recomendamos que la sartén sea grande para no arriesgarse a que se queme. En este tipo de recetas, las cebollas aportan robustez a la preparación por su sabor fuerte.

Segundo paso:

Llega el turno de los calabacines. Córtalos primero en 4 pedazos grandes y luego de cada uno saca láminas de medio centímetro de grosor. Esto se debe añadir a la sartén con las cebollas, y dejar cocinar por un tiempo de 5 a 10 minutos. En este paso, lo que se busca es que el calabacín pierda la mayor cantidad de agua posible, se ablanden y caramelicen lo que ayudará que la crema tenga mayor consistencia. Gracias a su alto contenido en agua y fibra, el calabacín ayuda en el proceso digestivo, regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento, por este tipo de cremas es muy recomendada por los nutricionistas.

Tercer paso:

Después que las cebollas y el calabacín estén dorados, se debe añadir el caldo de pollo y la patata troceada en pedazos pequeños durante 20 minutos hasta que la patata esté blanda. Para la crema se puede comprar el caldo de pollo en el supermercado o sancochar una pechuga de pollo con algunas hierbas y condimentos y usar ese líquido para la preparación. En este caso, no importa si el caldo es reciente o lleva varios días congelado. Cuando se le añade el caldo de pollo a la preparación, el sabor de la crema se intensifica y, contrario a lo que muchos puedan creer, no cubre el sabor de la cebolla y el calabacín, más bien los realza.

Cuarto paso:

Una vez esté preparada la mezcla, verter todo el contenido en la licuadora y licuar durante 3 minutos a velocidad alta. En este punto se hace la prueba final de gusto y se le añade más sal o pimienta negra si es necesario o cualquier otro condimento que se quiera añadir.     En el caso de que la crema haya quedado muy ligera, se puede espesar añadiéndole más patatas cocidas, crema de leche o algunos trozos de manzanas triturada. Si por el contrario, la crema está muy concentrada se le añade más caldo de pollo a la mezcla y se vuelve licuar hasta que coja la consistencia deseada.

Quinto paso:

Para que la crema quede lo más suave posible, sin grumos o pedazos de ingredientes que no hayan sido bien triturados, se puede pasar la mezcla por un tamiz de cocina. Para que quede como crema fría, debe reposar en la nevera durante varias horas.

Sexto paso:

En el momento de servir la crema fría de calabacín, se puede acompañar con trocitos de pan tipo crotones o cuadrados pequeños de queso. También como decoración se pueden picar láminas delgadas de calabacín y enrollarlas y colocarlas en el centro de la crema.

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