Cardo con almendras

El cardo con almendras es una receta tradicionalmente navideña que se acostumbra a tomar en muchas regiones de España. Esto se debe a que el cardo es una hortaliza que se produce durante el invierno, además que, en épocas pasadas, era común que durante la cena del 24 de diciembre las verduras fueran las principales protagonistas.

Esta tradición de un poco de abstinencia y ayuno se mantuvo hasta mediados de la época de los 60. Luego, poco a poco fueron incluyéndose los mariscos, el pescado, así como otros platos un poco más elaborados. Sin embargo, el cardo, la berza y la lombarda se mantuvieron presentes.

El cardo podría decirse que es un primo lejano de la alcachofa, ya que tienen pencas o tallos que recuerdan un poco la forma. Están cubiertos de una especie de espinas que debe ser peladas antes de cocinar.

Las pencas del cardo se pican y posteriormente se cocinan en una salsa bastante gustosa y de consistencia fresca.

Para quienes desean comer este plato fuera de la época de cosecha, el congelado e incluso el de conserva también vienen bien, por lo que no hay excusa.

 

Lista de la compra para hacer cardo con almendras

• 500 gramos de cardo limpio en trozos (previamente pelado y picado).
• Zumo de un limón (en caso de que se esté utilizando cardo fresco).
• 2 dientes de ajo.
• Aceite de oliva extra virgen.
• ½ taza de almendras crudas.
• Una cucharada de harina de trigo.
• 30 gramos de jamón serrano picado finamente.
• Sal y pimienta al gusto.
• Perejil finamente picado.

 

Preparación de Cardo con almendras

En caso de que estés utilizando cardo fresco, es importante que lo limpies de manera cuidadosa.

 

Primer Paso

En primer lugar, debes pelar esa especie de hebras que tiene y luego quitar los pinchitos hasta que lo hayas eliminado por completo. Este procedimiento es mucho más sencillo cuando utilizas un pela verduras.

 

Segundo Paso

Una vez que esté limpio debes cortar en trozos y ponerlo en un bol que luego llenarás agua y el zumo de limón, tal cual como si estuvieses trabajando con alcachofas. Si estás utilizando cardo en conserva o congelado no necesitas hacer esto.

 

Tercer Paso

Después de unos minutos, escurre el agua y lleva al fuego el agua con sal durante un tiempo aproximado de 25 minutos, hasta que el cardo esté tierno. Puedes probar que esté listo pinchando algún trozo con la punta de un cuchillo. Luego saca del agua y conserva este caldillo que ha sobrado.

 

Cuarto Paso

Luego, en una sartén pon a calentar a fuego medio el aceite de oliva. Aparte, pica los ajos y ponlos a sofreír durante unos minutos. Recuerda revolver constantemente para que no se quemen. Añade el jamón serrano y continúa moviendo y añade la harina. Finalmente, pon un cucharón del caldo que has antes.

Asegúrate que todos los ingredientes se integren completamente. Poco a poco vas a ver como la mezcla se empieza a espesar a medida que vas revolviendo.

 

Quinto Paso

Tritura las almendras y añade al sartén con la sal y la pimienta que consideres necesarias según tus gustos particulares. Pon a cocer todos los ingredientes durante unos dos minutos aproximadamente antes de añadir el cardo. Deja en el fuego por 5 minutos más para que la salsa termine de reducir.

 

Sexto Paso

Sirve y decora con un poco del perejil por encima.

Beneficios del cardo con almendras

El cardo es un alimento rico en hierro y calcio, que además contiene potasio y sodio. Hay que tener en cuenta que todos estos minerales son muy importantes  para nuestro organismo porque ayudan en gran medida a regular el balance ácido-base del cuerpo y la cantidad de agua que se concentra en la sangre y los tejidos.

¿Por qué es una buena combinación el cardo con almendras?

El cardo es una buena combinación con las almendras porque a parte de sus beneficios mencionados anteriormente, las almendras a su vez tienen un alto contenido de fósforo y magnesio y ayuda a que tengamos unos dientes y huesos fuertes. Así mismo la almendras cuidan los músculos, combaten la ansiedad, la irritabilidad y favorecen un buen descanso.

El cardo con almendras puede incluso servir de acompañante de otros platos, como por ejemplo, las alcachofas fritas  o los aguacates rellenos.